Hay ocasiones en las que se vuelve irresistible hacer senderismo a la luz de la luna. Ya sea para mirar las estrellas o para tener una vista privilegiada de la ciudad iluminada. Lo cierto es que antes de iniciar una actividad como ésta es necesario prepararse bien y tener en cuenta los resguardos necesarios para no sufrir ningún accidente. A continuación te damos algunos consejos por si te ves tentado por esta atractiva aventura:
La primera vez se debe comenzar al atardecer y contar con luna llena
Si no tienes mucha experiencia en el trekking nocturno lo ideal es que la primera vez comiences la actividad al atardecer. De esta manera te podrás ir adaptando a la oscuridad poco a poco. Por otra parte, es importante que la primera vez haya luna llena, para que la oscuridad no sea total.
Ve acompañado
El trekking siempre es una actividad que conlleva riesgos, por lo cual es esencial llevar a cabo esta actividad con un acompañante el objetivo de reducir riesgos. Además, en caso de realizar la actividad de noche, lo ideal es ir con alguien que ya tenga experiencia en caminatas en la oscuridad.
Lleva luz frontal
Aunque la noche esté “iluminada”, siempre es necesario llevar nuestra propia luz. En la mayoría de los trayectos hay obstáculos que nos pueden pasar una mala jugada y que no alcanzan a ser iluminados por la luz natural. Fíjate además en que el artefacto que lleves cuente con una luz roja de emergencias, nunca sabemos cuándo la podemos necesitar.
Escoge un trayecto conocido
Si es la primera vez que harás trekking durante la noche, escoge un trayecto que hayas recorrido en otra oportunidad. Esto te brindará mayor seguridad y podrás evitar obstáculos ocultos.
Camina a paso lento
En la oscuridad las posibilidades de accidentarse aumentan de manera considerable. Una piedra, la raíz de un árbol o un terreno con demasiados accidentes geográficos pueden causarnos lesiones que no nos permitan seguir avanzando.